Mis abuelos trajeron muchos conejitos que tenían en la parcela para regalar a mis hermanos y yo me enamoré de Panacota.
Era muy juguetón y un loquillo, Más suave que nuestro gato y le gustaba dormir en el sofá con nosotros. Cuando Tiramisú vino a la familia, al principio estuvo un poco receloso pero luego ya se pasaban el día juntos para cualquier cosa. Descansa en paz bichín, te queremos.