Papá, gracias por cuidarnos siempre, nunca nos faltó nada. Te amo, nos vemos en el futuro.
Mateo (11,28-30)
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.