Nació en Huaraz un 23 de octubre de 1981 a las 4.25 am. Es la segunda de cinco hermanos de la familia Huerta Esquivel. Toda su niñez, infancia, adolescencia y mayoría de edad la vivió en Huaraz, rodeada de una familia amorosa e incondicional, como solía decir “Eres parte de algo maravilloso, que significa que amarás y siempre serás amando sin condiciones”.
Fue una persona bondadosa, carismática, amorosa, sociable, dedicada, empeñosa, comprometida y destacada, con un registro académico impecable, pues siempre se mantuvo en el primer lugar en el colegio “Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús” y extraordinariamente se desenvolvió en la “Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo”, donde culminó con honores la carrera de Ingeniería Civil.
Posteriormente cursó maestrías en la “Universidad Nacional de Ingeniería” y en “La Universidad Católica San Antonio de Murcia de España”, así como especializaciones en “La Universidad Mayor de San Marcos”, “Universidad Católica del Perú”, “Universidad San Ignacio de Loyola” y “La Universidad Rey Juan Carlos –España”.
Durante el ejercicio profesional de su carrera, vivió de cerca el abandono de las zonas rurales y gracias a su trabajo como ingeniero civil, contribuyó con la mejora y desarrollo de la región Ancash, aludiendo que faltaba mucho por hacer y el principal obstáculo era la corrupción.
El 28 de octubre del 2017 se casó con Juan Carlos Saavedra Poma y el 17 de noviembre del 2018 nació su tesorito Nicolás Gabriel, fruto de ese gran amor y el mayor regalo de su vida. Lastimosamente el 07 de mayo del 2020 falleció su papá Don Augusto Huerta muy conocido como "Pipo Huerta" y tal desenlace dejó una tristeza profunda que poco a poco lo estaba superando.
En su vida familiar fue una excelente esposa y una gran mamá pues lo dio todo por su familia, tal es así que en octubre del 2020 tomaron la decisión junto a su esposo de mudarse a la ciudad de Pisco para afrontar la coyuntura de la pandemia y mantenerse unidos. La vida familiar con su hijito y su esposo fueron los mejores momentos vividos y le reconfortaba la buena decisión que tomaron, al permanecer los tres juntos afrontando el día a día, planificando el futuro de su Tesorito Nico.
Finalmente, el 20 de mayo del 2021 partió a la eternidad producto de un accidente, que lastimosamente el destino nos tiene preparado a cada persona, siendo el mejor gesto de amor la protección hacia su pequeño hijo, priorizando la vida de Nicolás por encima de la suya como la gran Mamá que siempre será y que quedará grabado en la mente de la familia Saavedra Huerta. En cada sonrisa, gesto, palabras y habilidades de Nicolás, queda la esencia de ella. Como solía decir: “Es parte de la vida perder a personas que amamos o sino ¿Cómo sabríamos lo importante que eran ellos?”. Te amaremos hasta el fin de los tiempos Mamá Gatita.
Nico, Molchi, Mamá Mary y tus cuatro hermanos…
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