El día de su graduación, Jake Bailey, un estudiante de 18 años de Christchurch, Nueva Zelanda, nos dejó un discurso lleno de palabras que dicen sí a la vida. Ese día, los médicos le permitie
El día de su graduación, Jake Bailey, un estudiante de 18 años de Christchurch, Nueva Zelanda, nos dejó un discurso lleno de palabras que dicen sí a la vida. Ese día, los médicos le permitie