El día de su graduación, Jake Bailey, un estudiante de 18 años de Christchurch, Nueva Zelanda, nos dejó un discurso lleno de palabras que dicen sí a la vida.
Ese día, los médicos le permitieron salir del hospital para acudir al acta de graduación, ya que Jake tiene un cáncer incurable (Linfoma de Burkitt).
Tras agradecer la labor de los profesores y el apoyo de sus compañeros, en su discurso nos dice “En algún momento tienes que enfrentarte a Sigue leyendo…
No pensamos en la muerte y en sus consecuencias hasta que la vemos de cerca o somos diagnosticados de alguna enfermedad que pone fecha de caducidad a nuestras vidas. Sólo en ese momento, nos damos cuenta de la importancia que tiene dejarlo todo bien atado.
Con esa idea, realizamos sendas conferencias sobre «El adiós, concienciemos a la sociedad» en varios centros culturales de Mataró y Barcelona.
Recientemente, el actual gobierno ha modificado la Ley 41/2002, reguladora de la autonomía del paciente y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
Con esta reforma, los médicos tendrán más poder de decisión en aquellos casos en los que el paciente no pueda decidir por sí mismo por enfermedad terminal o situaciones en las que no pueda mostrar sus decisiones, como la inconsciencia por accidente.
Los representantes ya no podrán decidir en la mayoría de las situaciones por el enfermo (tanto menores como mayores de edad) y en estos casos será el médico quien tenga la última palabra, a no ser que el paciente disponga de su testamento vital.
Herencia digital, legado digital, testamento digital… Hasta hace poco tiempo no existían estos conceptos.
¿Quién se acuerda de cómo era la vida antes de la llegada de Internet?
En aquella época, utilizábamos enciclopedias para hacer los deberes del colegio, nos hacíamos fotografías con cámaras de carrete, escuchábamos música en CD o casetes y charlábamos más por teléfono y en persona.
¡Menudo engorro, qué prehistórico!
Todos esos momentos se desvanecieron en mayor o menor medida con la llegada de un Internet accesible para todos y las nuevas tecnologías sociales. Ahora, consultamos la información en páginas de la red como Wikipedia, nos hacemos fotos con nuestros smartphones y charlamos por los chats.
El formato físico poco a poco se está convirtiendo en cosa del pasado. La nueva era que estamos viviendo se está digitalizando a pasos de gigante y cada vez son más las cuentas y archivos de todo tipo que llegamos a acumular con las nuevas tecnologías y herramientas a nuestro alcance.
Aunque nos da miedo y no damos importancia a la muerte, tarde o temprano nos tocará vivirla de un modo u otro: Con la muerte de nuestro abuelo, nuestra madre, un hermano, un amigo… Es inevitable.
Es entonces cuando nos damos cuenta de todo lo que llegamos a acumular en vida y que se convertirán en recuerdos: Momentos en fotografías digitales, música en nuestras cuentas tipo iTunes o Spotify, vídeos o conversaciones…
Todo esto se perderá cuando muramos si no somos previsores
Es entonces cuando surgen los conceptos relacionados con el testamento digital.
Todos nuestros bienes digitales pueden traspasarse a nuestros familiares o amigos si lo deseamos ya que de otra forma, se pueden encontrar una vez ya no estés, con unas contraseñas en tu teléfono, tablet, ordenador o cuentas, y por lo tanto no podrán acceder a tus archivos y recuerdos.
¿Te imaginas la desesperación de las personas que te aman no poder conseguir estos recuerdos?
Con esta publicación, queremos concienciarte de la importancia de dejar en herramientas como la de Tellmebye toda esa información, incluso mensajes para tus amigos y familiares o indicaciones cuando no puedas decidir por ti mismo a causa de algún accidente o enfermedad.
El tabú de la muerte sigue muy presente en la sociedad, sólo cuando presenciamos esos momentos nos damos cuenta de ello, pero tal vez ya sea demasiado tarde y no podamos acceder a los archivos multimedia de la persona que nos dejó.
Entre todos, podemos dejar atrás este tabú, como ya hacen en otras partes del mundo y culturas, tales como México, donde la muerte se trata con naturalidad.
Si te ha gustado este artículo y crees que contiene información útil, por favor, compártelo. Sólo así podremos vencer al tabú, dejarlo todo bien atado y recordar a los nuestros como es debido.
Los dos actos más importantes de nuestras vidas son el nacimiento y la muerte: Una se prepara y organiza concienzudamente al mínimo detalle mientras que el otro lo descuidamos por completo.
La asociación del dolor que nos produce pensar en la perdida de nuestros seres queridos, nos bloquea mentalmente, provocando Sigue leyendo…
En un negocio familiar hay mucha información que debe mantenerse en secreto y bien protegida. Nos referimos a información como datos del seguro, datos de los proveedores y sus contratos, posiblemente también tenemos información sobre la competencia más directa y sobre nuestros empleados. Hay datos sobre clientes e incluso personas o empresas que nos deben dinero que no queremos compartir con nadie mientras estamos al frente del negocio; sin embargo, toda esa información es básica para mantener el buen funcionamiento de la empresa y es importante tenerla bien organizada, en un sitio muy seguro pero de fácil acceso para nosotros desde cualquier lugar y que, llegado el momento, podamos compartirla con las personas a quienes vamos a confiar el negocio cuando llegue el momento.
La solución a esta situación es utilizar los servicios de Tellmebye. Es tan sencillo como ir a la opción DOCUMENTOS, y subir aquellos archivos que queramos proteger, a continuación podemos dejar un mensaje sobre el contenido del mismo, su importancia, y cómo utilizarlo y, por último, no olvides indicar los herederos de dicha información para que, si un día faltas, ellos puedan seguir con la marcha del negocio como sólo tú sabes llevarlo.
Mientras tanto, este servicio de Tellmebye también te permitirá tener todos tus documentos bien organizados, protegidos y de fácil acceso desde cualquier lugar del mundo.
Además, en esta opción de DOCUMENTOS de la web también puedes archivar fotos y vídeos, por lo que se acepta cualquier formato para facilitarte el trabajo. No esperes más, déjalo todo organizado para ti y para tus herederos desde hoy mismo para no tener que pensar en ello más adelante.
¿Cuándo fue la última vez que revelaste unas fotografías o imprimiste un álbum de fotos? ¿Cuándo fue la última vez que compraste un CD de música o un DVD?
La mayoría de las personas responderían más de 3 o 4 años, mínimo. El motivo es que desde que tenemos nuestra cuenta abierta en Facebook o Tuenti, o descargamos y guardamos nuestras fotografías en Picasa o Flickr, y con las nuevas cámaras digitales que hay en el mercado, ya no hace falta esperar a volver de las vacaciones para enseñar nuestras imágenes. Ahora compartimos nuestros viajes y momentos especiales al minuto en nuestras redes sociales.
